miércoles, 8 de febrero de 2012

Valdré por ti.

Solo quería una despedida y que me dijeses "te echaré de menos",
pero te fuiste así, sin billete de vuelta, sin la maleta en las manos.
Nos dejaste solos en un mundo demasiado grande, demasiado malo.
Y se te olvidó cerrar la inmensa puerta por la que marchaste,
haciendo de las noches un lugar frío, un momento interminable.
Congelaste todos los momentos y los metiste en el cajón de recuerdos,
cajón que llena la habitación de nostalgia cada vez que se abre.




¿Por qué no bajas un rato?
Para poder decirme que todo va bien, que desde aquella vista todo se ve bonito.
Para contarme que valgo en esto, que valga por ti también.
¿Por qué no te encuentro entre el público?
Dime porque no te emocionas al verme, porque no me aplaudes al terminar.
¿Porque no posas tus manos bajo mis pies y me ayudas a subir?
Para poder tocar el cielo con tu grandeza, 
para mirar hacia abajo, sonreirte y decirte "No tengo vértigo".
Porque ahora, sin ti, veo más fuerte la caída,
pero lo haré por ti, abuelo, valdré por ti...
Llenaré una nube con mis logros y soplaré fuerte para que te lleguen,
para que en una tormenta con arco iris me traigas de vuelta un...
"Estoy muy orgulloso de ti."
Necesito escuchar esa frase, tranquilizar mis ansias de verte,
aceptar la realidad, continuar y prosperar en mi camino.
Necesito muchas cosas tuyas, y sé que no puedo tenerlas.
Pero tengo lo más valioso,
haberte conocido.
Y con eso ya me doy por satisfecha.




No existe regalo más valioso, ni alegría mas grande que haberte conocido.


Para mis dos elefantes, para mandarles una inmensa nube de cosas, soplaré fuerte.


No hay comentarios:

Publicar un comentario