sábado, 17 de marzo de 2012

No solo soñamos con crecer, también soñamos con no caer, y caemos.

Un día gris, cuando las lágrimas no se pueden ver.
Ver la soledad a tu lado, es poder estar pero no ser.
Ser la sed que no se calma, y ver la gota caer.
Caer en la misma rutina de ver el mismo amanecer.
Amanecer en la distancia, eso ya no debe doler.
Doler por definición, es ya no poder pedir perdón.
Perdón por mis sobresaltos, son vuelcos del corazón.
Corazón encajado que no aguanta distancia ni presión.
Presión al ser el prisionero oculto de una mala actuación.
¡Acción! Pierdo los papeles.
Pierdo la noción del tiempo, gano la derrota en esta lucha.
Dejo de esforzarme unicamente porque sé que no me puedes ver.
No me puedes tener, pero si puedes yacer en mi imaginación,
emocionando a la traición y pillandola por sorpresa...
¡Sorpresa!, tú ya no estas...
No te vi marcharte, no hiciste ruido. Solo volaste y volaste...



SUSURRO
SUEÑOS
SOLITARIOS
SOÑANDO
SOLOS
SIN
SU
PRESENCIA....

miércoles, 7 de marzo de 2012

Solitaria sirena...

Lanza la mirada al mar, y como si se tratase de un anzuelo, espera recogerle resguardado entre sus ojos. Tirar de la cuerda suavemente, para que no se esfume, y contemplarle entre sus brazos.
Entrega un sentimiento sin palabras, queriendo observar todo un mar.
Pero han pasado tres años de sequía, y el único agua que encuentra, es la que derramó su anzuelo... No quiere buscar en ese mar.
Intenta cambiar de estrategia, cambiar de olas y toparse de frente con su enorme pez, que no es menos humano que ella, pero tan delicado que se esfuma con el viento.
Todo esto es por culpa de lo inmenso donde buscar, del tiempo. Ella solo es una sirena, con alas de ángel y corazón de plomo. Sirena sin mar, alas que no pueden con el pesado pum, pum, pum....
Pum, sueños que viajan al compás de su mirada, y se alejan de su objetivo.
Pum, alas heridas, corazón pesado, corazón triste.
Pum, sirena que busca a su pez, y no lo encuentra, no lo encuentra...
Pum, es así como se derrama...
Es así como la sirena se ahoga sin agua, como llora sin su mirada, así se pierden sus sueños, se pierde su pez... Se queda ahí, clavada como una roca, esperando que una ola rompa contra ella y la traiga una respuesta. Lejana de todo, de ella, dejando pasar el tiempo, porque nada más puede pasar...
Nada más puede pasar... Si su pez murió, y hay sequía, no existe ningún otro pez que el suyo, y su pez murió....



Es la respuesta que estabas esperando, es mi corazón en tu corazón y el apoyo para nadar, volar, y soñar. No te rindas, coge fuerzas y sé feliz.